La medicina del Calor

17.08.2024

La historia de la medicina del calor se remonta a las antiguas civilizaciones, donde se utilizaba el calor como una herramienta terapéutica para tratar diversas dolencias y promover la salud. En el antiguo Egipto, se empleaban compresas calientes y baños de vapor para aliviar el dolor y purificar el cuerpo. La medicina ayurvédica en la India incorporaba prácticas como los baños de vapor ("swedana") y masajes con aceites calientes para equilibrar las energías internas del cuerpo, conocidas como "doshas". En Medicina China tenemos las Moxas.

En la antigua Grecia, Hipócrates, el padre de la medicina, recomendaba el uso del calor para tratar inflamaciones y enfermedades relacionadas con el desequilibrio de los humores. Los baños termales y las envolturas calientes eran comunes en la Grecia clásica, donde se creía que el calor purificaba y restauraba el cuerpo.

Con el avance de la ciencia en el siglo XIX, la hipertermia médica comenzó a tomar forma como un tratamiento más estructurado, especialmente en la lucha contra el cáncer. Se descubrió que las células cancerosas son más sensibles al calor, lo que llevó al desarrollo de tecnologías modernas como el ultrasonido de alta intensidad (HIFU), microondas (tecnología SEI), y ondas terahertz (tecnología VPower), que permiten tratar tumores de manera precisa y efectiva, minimizando los efectos secundarios.

A lo largo de los siglos, el uso del calor en la medicina ha demostrado ser una herramienta valiosa, evolucionando desde prácticas simples hasta tratamientos complejos y altamente tecnológicos que siguen beneficiando a la humanidad.